Estrategias de Estudio: ¿Realmente Funcionan? Claves para el Éxito Académico

En los últimos años, la ciencia cognitiva ha puesto sobre la mesa técnicas de estudio que, en teoría, deberían mejorar nuestro rendimiento académico. Pero, ¿qué tan efectivas son realmente? ¿Y cómo influyen en nuestras emociones, especialmente cuando enfrentamos exámenes? Vamos a desglosar un estudio reciente que revela algunas sorpresas y confirma sospechas que muchos de nosotros ya teníamos.

El mito de las técnicas de estudio más comunes

Si alguna vez te has sorprendido subrayando todo el libro de texto o memorizando sin entender nada, no estás solo. Estas técnicas, aunque populares, resultan ser de las menos efectivas. La investigación muestra que los estudiantes, incluso aquellos en secundaria, siguen confiando en ellas. Sin embargo, el estudio revela que técnicas como la práctica de recuperación (autoevaluación) o la práctica distribuida (estudiar en sesiones espaciadas) son mucho más poderosas, pero lamentablemente, poco utilizadas.

¿Qué tiene que ver esto con las emociones?

Aquí es donde se pone interesante. Las emociones juegan un papel crucial en nuestro rendimiento. Si te has sentido ansioso antes de un examen, no estás solo. La ansiedad ante los exámenes es un factor común que afecta negativamente el rendimiento. Pero hay buenas noticias: técnicas como la práctica de recuperación (es decir simular exámenes, responder en alto a tus propias preguntas o explicar a otra persona el tema) pueden reducir esa ansiedad, haciéndote sentir más preparado y seguro.

Por otro lado, la autoeficacia, o la confianza en tu capacidad para tener éxito, también está vinculada al uso de buenas técnicas de estudio. Si crees que puedes hacerlo, probablemente te irá mejor. Y si adoptas estas técnicas efectivas, esa confianza solo aumentará.

Lo que realmente importa

El estudio deja claro que no todas las técnicas de estudio son iguales. Mientras que la memorización o el subrayado no contribuyen significativamente al éxito académico, las técnicas más efectivas, aunque menos comunes, sí lo hacen. Y no solo eso, sino que también influyen en cómo te sientes al enfrentarte a los desafíos académicos.

Para aquellos que aún no han recibido formación sobre cómo estudiar de manera efectiva (y según el estudio, el 77,96% de los estudiantes encuestados no lo han hecho), este es el momento de cambiar las cosas. Adoptar técnicas basadas en evidencia no solo mejorará tus calificaciones, sino que también reducirá esa ansiedad que todos odiamos.

Reflexión final

A pesar de que las técnicas efectivas de estudio pueden parecer más difíciles al principio, la recompensa es clara: mejores resultados y menos estrés. Así que la próxima vez que te enfrentes a un examen, pregúntate: ¿estoy utilizando las técnicas adecuadas? Tu éxito académico y tu bienestar emocional dependen de ello.

Bibliografía

Ruiz-Martín, H., Blanco, F. & Ferrero, M. Which learning techniques supported by cognitive research do students use at secondary school? Prevalence and associations with students’ beliefs and achievement. Cogn. Research 9, 44 (2024). https://doi.org/10.1186/s41235-024-00567-5

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