Un comienzo emocionante

“La ilusión es el primer paso hacia el éxito.” – Miguel Ángel Cornejo

Comenzar un proyecto siempre es emocionante, ahora mismo retomo después de mucho tiempo mi blog El Educador Inquieto un espacio donde compartir reflexiones a cerca de la Educación, las Emociones, las Soft Siklls, los Cuidados, la Digitalización, y por qué no, la Permacultura.

Hoy me gustaría hablaros del poder de la ilusión para ayudarnos a emprender nuestros proyectos y conseguir nuestras metas.

La ilusión es una emoción dentro de la galaxia de la alegría y se define como la expectativa cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo. Esta emoción (como la mayoría) tiene un componente altamente subjetivo y depende más de nuestra interpretación de la realidad que de la propia realidad en sí, os pondré un ejemplo: Hoy comienzo una nueva formación en mi trabajo que me supondrá unas buenas horas de esfuerzo, podría centrarme en este último aspecto y por tanto no sentir ilusión o bien podría pensar en la oportunidad de ayudar a unas cuantas compañeras en su trabajo diario y por tanto si sentir esta ilusión.

Las emociones ligadas a la alegría son tremendamente energéticas y nos inducen un cierto sesgo positivo, esto puede resultarnos muy útil en los primeros compases de un proyecto por ejemplo, pero tendremos de tener cuidado si acometemos evaluaciones o revisiones de nuestro trabajo (o el de otras personas) mientras sentimos esta emoción ya que este sesgo positivo puede jugarnos malas pasadas.

Cuando nos ilusionamos por algo, esta expectación provoca cambios en nuestro cerebro, siendo uno de los más significativos el aumento de los niveles de Dopamina en el sistema límbico. La Dopamina esta implicada entre otras cosas en los ciclos de sueño/vigilia y sirve para contrarrestar efectos indeseados del Cortisol (la hormona del estrés). Así que ilusionarnos nos hará estar más activos, receptivos a nuevas ideas y nos ayudará a descansar mejor entre otras cosas.

Para ir cerrando esta entrada comentar que la ilusión es una emoción altamente contagiosa aunque como hemos visto depende de nuestra interpretación de la realidad, por tanto si queremos “contagiar” nuestra ilusión a los demás primero tenemos que conseguir que se calcen nuestros zapatos y vean aquellas cosas que nosotros vemos.

Gracias por haber llegado hasta aquí, espero que os haya resultado interesante y os deseo una muy buena semana.

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