Durante la clausura del XVI Seminario Internacional de Lengua y Periodismo el pasado día 24 de noviembre, la Reina Letizia interrumpió para poner el acento sobre las teorías del decrecimiento.

Aprovechando la oportunidad que nos brinda para poder analizar desde un punto de vista de las soft skills y la inteligencia emocional el comportamiento tanto de la Señora Letizia como del Ministro de Transformación Digital José Luis Escrivá, veamos:
Ella tomó una actitud proactiva, se inclina hacia adelante, abre sus brazos, establece contacto ocular directo con la moderadora, para pasar a una mirada de barrido en la sala y lanza preguntas directas y concisas, diré por otra parte, audaces, en todo momento deja claro que es una experta comunicadora e imprime un ritmo ágil a su discurso, acompañado de un lenguaje no verbal muy fluido y que refuerza claramente aquello que intenta transmitir, de manera que nos lleva hacia donde ella quiere.
Del otro lado tenemos al señor Escrivá que interviene a la defensiva al iniciar sus comentarios (“Como único economista”), incluso llega a titubear y tartamudear mientras, si os fijáis, mantiene las palmas de las manos hacia abajo. Entrando en el análisis de su discurso nos damos cuenta de que utiliza expresiones como “yo creo”, “Mi impresión sobre esto” que dejan claro que lo que está emitiendo es una opinión y no un hecho contrastado, hace referencia a Malthus con la esperanza de distraer a sus interlocutores sobre el hecho de que de facto no ha sostenido su opinión en ningún dato o teoría contrastada, no ahondare en la desafortunada frase “perdón si sueno un poco soberbio pero …” que ya dice el refrán que no hay que hacer leña del árbol caído, y para terminar nos muestra un chantaje emocional velado “en economía el pesimismo no vende bien”.
Podéis acceder al acto de clausura completo aquí.
Para cerrar esta entrada me gustaría invitaros a leer este interesante artículo sobre riqueza y consumo y su impacto medioambiental.